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miércoles, 21 de junio de 2023

THE NEW YORK SECOND CD: After the Hours, the Seconds

 


 

Pistas

1.Prelude 2.Professor Nelson Strikes Again 3. Song About Nothing 4.The Great Wait 5.There But For The Grace of God 6.Moon, 2018 7.After the Hours, the Minutes 8. Your cat Got My Rabbit 9.What the Bagelman Saw 10.Now We’re Talking 11.Allez les Bleus 12.Let’s Go Where the Mountain People Go

Intérpretes

Harald Walkate – piano

Lorenzo Buffa – contrabajo

Max Sergeant – batería

 

Sello discográfico:  NY Records

Grabado en los estudios Exalto de los Países Bajos en diciembre de 2022.

Fecha de publicación: 23 de junio de 2023

 

The New York Second es un grupo musical con sede en los Países Bajos, fundado en 2015 por el pianista, compositor y director de orquesta neerlandés Harald Walkate.

A pesar de lo que el nombre pudiera sugerir, este grupo no tiene su origen en los Estados Unidos. El nombre tiene su origen en el tiempo que supuestamente tarda un taxista en Nueva York en tocar el claxon al coche de delante, desde el momento en el que el semáforo se pone verde, lapso de tiempo que podríamos aplicar a muchas otras ciudades.

Han lanzado tres álbumes: “Bay of Poets” (2017), “Emergo” (2020) y “Music at Night” (2022). El grupo se ha presentado como cuarteto, quinteto y como septeto. Este último y cuarto álbum se llama “After the Hours, the Minutes” y lo han grabado en trío. Del septeto de su último trabajo sólo repiten Walkate, obviamente, y el baterista Max Sergeant. Al contrabajo se ha incorporado Lorenzo Buffa.

Walkate acostumbra a crear música alrededor de un  tema.  En “Music At Night” se inspiró en ensayos del escritor Aldous Huxley.

Todas las composiciones de este álbum se han inspirado en el tema del paso del tiempo. La forma en la que experimentamos el tiempo subjetivamente, frente al paso del tiempo objetivo, medible con un  instrumento adecuado.

Walkate descubrió un ensayo en holandés de Paul van Tongeren, “Over bet verstrijken van de tijd” (Sobre el paso del tiempo). “Descubrí que Van Tongeren articuló de manera asombrosamente reflexiva, y mucho mejor que yo, muchas de las ideas que estaban en mi cabeza al momento de componer, seleccionar y grabar las composiciones que encontrarás en este álbum” afirma Walkate. De este modo, tomó prestadas las citas de Van Tongeren para cada una de las pistas del disco, siendo que “en algunos casos sentí que la cita ya capta perfectamente el significado de la canción, en otros casos he agregado algunas observaciones personales adicionales” dice Walkate.

El paso del tiempo es inexorable de modo que “el futuro siempre llega antes de lo esperado”. Este “Prelude” con el que comienza el disco, anticipa la pista final del álbum, “Let's Go Where the Mountain People Go”.

“Professor Nelson Strikes Again” se acompaña de notas que dicen: “La gente tiende a interpretar lo que sucede por casualidad como algo necesario: tenía que ser así”.

El tema se basa en el ensayo de Richard R. Nelson  “The Moon and the Ghetto” de 1977. En el libro, Nelson intenta responder a la pregunta: si podemos llevar a un hombre a la luna, ¿por qué no podemos resolver los problemas de los guetos?. Walkate contactó con Nelson, el cual se alegró de ver que “ese viejo libro todavía tenía sentido para la gente”. De ahí que el título haga mención a que “Nelson golpea de nuevo”.

La canción es apacible, delicada, creando un ambiente de tranquilidad y hasta de resignación ante la falta de respuesta a la pregunta.

Le sigue “Song About Nothing”.En las notas del disco se dice que los humanos tenemos una enorme responsabilidad pues “sin nuestra atención no existe nada significativo”. Un tema persuasivo de los que te mantienen en tensión sin parar de mover la cabeza mientras lo escuchas. El trío en perfecta armonía.  

“The Great Wait” trata sobre cómo “a veces, la anticipación puede brindar un mayor placer que cualquier cosa que se anticipe”. Nos habla de lo infinitamente largo que puede ser el día si observamos el segundero y contemplamos que tras una vuelta (sesenta segundos) faltan otros sesenta minutos  para completar una hora y luego veinticuatro para completar el día. La composición transmite esa secuencia interminable de tiempo.

“There But For The Grace of God” nos habla de que  “Parece que todas las grandes filosofías de la vida tratan de ofrecer algún tipo de consuelo para el sufrimiento inevitable del paso del tiempo”. El tema avanza inexorable y el tiempo, marcado por el piano, pasa y pasa sin solución de continuidad.

El siguiente corte del disco lleva el título de una fotografía, de la fotógrafa holandesa Ilona Langbroek, que le regaló  a Walkate su esposa, y que se titulaba “Moon, 2018”. “La foto estaba colgada en nuestro comedor y así es claramente visible cuando toco y compongo. En mi atril en ese momento estaba componiendo este tema que evocaba asociaciones del pasado y de cosas pasadas. Y también estaba en busca de un título apropiado. Así que decidí tomar prestado el título de la fotografía para mi canción. Langbroek  dio permiso para incluir esa hermosa  fotografía en el libreto del disco, que al respecto dice: “volver a ver (una fotografía) dejará claro más que nada: que lo que muestra la foto se acabó”. Composición introspectiva, que transmite la tristeza y añoranza de ver algo ya pasado que nunca volverá a suceder.  

Después la canción que da título al disco, “After the Hours, the Minutes”. “A lo largo de nuestras vidas, el tamaño de nuestro pasado aumenta mientras que, simultáneamente, el tamaño de nuestro futuro disminuye. Como resultado, la conciencia temporal del joven también difiere sustancialmente de la del mayor. La vida va más rápido a medida que envejeces”. La composición suena a resignación ante un hecho así, incuestionable.

El ostinato de “Your Cat Got My Rabbit” nos habla del tiempo que pasa rápido o lento en función de nuestras necesidades y deseos. Un interesante tema como todos los escuchados hasta este momento.

 “What the Bagelman Saw” nos habla de lo que la imaginación nos puede hacer creer. Walkate vio un artículo del New York Times con este título. No lo leyó en mucho tiempo. Mientras tanto se formó ideas sobre lo que podría decir: “un hombre que vende bagels en las calles de Nueva York, que vio algo... algo que no debía ver... ¿un crimen tal vez? ¿O fue testigo de un evento particular que vivió como una epifanía y que cambió su vida? ¿O adquirió una profunda sabiduría filosófica después de una larga vida repitiendo los mismos actos (hornear y vender bagels) todos los días?”. Todas esas historias dieron lugar a esta composición basada en un misterioso ostinato y desarrollo posterior. Cuando leyó el artículo descubrió que no tenía nada que ver con lo que se había imaginado, siendo la realidad mucho más simple.

“Now We’re Talking” está inspirada en una frase que Jeremy Kahn, pianista de Chicago, con quien tomaba lecciones Walkate, le dijo para mejorar sus habilidades en la improvisación: “toca como si estuvieras hablando”.

La interpretación hay que abordarla como si fuera una conversación y en este tema “el piano y el contrabajo están, por supuesto, en una conversación donde no solo las improvisaciones sino también las secciones escritas son similares a oraciones y frases habladas, donde uno responde al otro, incluso termina los pensamientos del otro. Y el intercambio, cuyo tema nunca sabremos, incluso se vuelve un poco apasionado, solo para que se reanude la calma antes de que los interlocutores se den por vencidos”.

“Allez les Bleus” es el eslogan que corean los aficionados al fútbol francés, en referencia a las camisetas azules de la selección nacional. “El ritmo del tiempo no es tanto nuestra actividad, sino nuestra pasión. Son nuestras pasiones, nuestro deseo apasionado, nuestro apasionado apego a la vida y a la felicidad, lo que determina los tempos del tiempo”.

En el verano de 2022, Buffa, Margeant y el propio Walkate, pasaron una semana en Lorgues, una pequeña y maravillosa localidad del sur de Francia, en la que Walkate había pasado ya algunos veranos. Allí revisaron y seleccionaron las composiciones de este álbum.

“El ritmo de vida es diferente en Lorgues. Por un lado parece mucho más pausado, por otro parece que haces mucho más en un día. Es posible desayunar tranquilamente, conducir hasta el pueblo a comprar pan para el almuerzo, leer un libro, jugar con el trío durante una o dos horas, tomar un café junto a la piscina y ver en el reloj que ni siquiera es mediodía. En Lorgues, la vida se ralentiza y obtienes el doble de placer en tu día”.

“Debido a que esta composición sigue una progresión de acordes de blues, parecía un título apropiado para rendir homenaje al estilo de vida francés y a su particular cadencia de tiempo”.

El tema final del álbum es “Let’s Go Where the Mountain People Go”. “Al igual que el filósofo practica la filosofía principalmente para establecer "la verdad" por sí mismo, el músico compone música ante todo para sí mismo. Y el proceso de composición también puede ser un poco como encontrar 'la verdad'. O, para usar otra analogía, como el escultor que puede 'encontrar' la escultura en el bloque de mármol, el compositor se sienta en el teclado donde se ofrecen todas las notas, acordes, frases y escalas y solo necesita hacer las selecciones 'correctas' para 'encontrar' la canción que está escondida allí”.

“En esta composición en particular tenía dos fragmentos que sentí que encajaban, pero no sabía cómo: uno una serie de cambios de piano tipo gospel con un contrabajo tocando el tema, el otro un tema ascendente y repetitivo para el piano, jugado como si por una caja de música. Para ambos tuve asociación con... gente de la montaña. Entonces, mientras intentaba descubrir mi canción en el bloque de mármol, experimentaba con los dos fragmentos diferentes e intentaba ir a donde me llevaría la gente de la montaña, mi experiencia del tiempo se alteró. Y encontré “Vamos a dónde van los montañeses””.

Este nuevo trabajo de The New York Second me parece muy bueno. Un jazz contemporáneo, un jazz del norte de Europa. Composiciones que crean poéticas atmósferas y en cierta medida cinematográficas y contemplativas.

Al estar interpretado en formato trío, el álbum gana en emotividad, intimidad y sensibilidad

El tiempo como elemento vertebrador de las composiciones interpretadas de forma colegiada e integrada por los tres componentes.  

La Habitación del Jazz

Nota

Los textos entrecomillados están sacados del folleto que acompaña al disco.

 

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