Derrek Hodge, contrabajo
Mark Colenburg, batería
Miércoles, 9 noviembre 19:00h
Algo más de media entrada había en la Sala Guirao del Teatro Fernán Gómez de Madrid. Vaya, mal empezamos. Siempre es desagradable no ver la sala llena.
Sale a escena el trío. Robert saluda y presenta a sus acompañantes. Se agradece este detalle pues muchas veces el intérprete sale al escenario como si no hubiera nadie a quien saludar y no presenta al resto de músicos; entiendo que es una cuestión de educación.
Empieza el concierto. La primera hora, sin solución de continuidad, es un derroche de buen hacer por parte del trío. Se enlazan las melodías, las improvisaciones abundan.
La segunda parte incluye una pieza blusy-funky con órgano, que engancha. Cuando iba una buena parte desarrollada, al batería se le cae la caja. Parón. Mientras se soluciona, Robert hace bromas y habla de su nuevo disco. Qué pena no haber podido acabar esa pieza pues tomaba un cariz realmente interesante.
Las interpretaciones de este trío son originales, te llevan y te manejan un poco a su antojo; parece que se acaba la canción y de repente vuelve a encenderse la llama como si no quisiera irse de la sala.
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