AZAT BAYAZITOV CD: The Doors Are Open

Pistas

1. Magnet 2.The Huge Sky Of Kazan 3.Midwest Steam Locomotive 4.Long Fall 5.On The Other Side Of The Bridge

6.The Past 7.The Doors Are Open 8.A Highway To The Dreams

Intérpretes

Azat Bayazitov - saxo tenor

Adam Rogers - guitarra (excepto 1)

David Kikoski - piano (1-3,5-7), Fender Rhodes (4,8)

Boris Kozlov - contrabajo

Samvel Sarkisyan - batería

Grabado el 12 de  mayo de 2019 en Bunker Studio, NYC

Publicado el 19 de junio de 2020

Azat Bayazitov nació en Kazán (Rusia). A los 6  años empezó a estudiar violín ya los 14 lo dejó por el saxo clásico. En Kazán le enganchó el sonido de la única banda de jazz que había, estilo Glenn Miller, por lo que empezó a escuchar la casete “Spirit Of The Moment: Live At the Village Vanguard” de Joshua Redman a la que describe como su grabación favorita. Posteriormente  transcribió solos de Charlie Parker, Sonny Rollins y John Coltrane. 

En 2006, ingresó en la Academia de Música Gnesins de Moscú.

En 2012, Igor Butman comenzó a contratar a Bayazitov como suplente en la Orquesta de Jazz de Moscú; en  2014 era miembro a tiempo completo. Con ésta, viajó  frecuentemente a los Estados Unidos, colaborando con Terence Blanchard y Bob Mintzer entre otros. En 2013 compartió escenario en una jam  session con Kikoski y Seamus Blake, lo que le llevó a entender cómo debía sonar su saxo. En 2017 se trasladó a Nueva York.

Bayazitov es un músico que toca jazz, pero también latino, góspel, funk, rock  y cualquier género musical que sirva para mantener su actividad artística.

Este “The doors are open” es su segundo disco tras “If You Still Trust” (2015). Todas las canciones son de su autoría.

Se grabó mientras vivía en Nueva York y el título lo dice todo. Representa la libertad de ir donde se quiera como el jazz donde los espacios son enormes para los músicos sin límites en la improvisación.

“Estaba pensando que aunque uno puede ir a cualquier parte y hacer cualquier cosa, todavía tenemos fronteras, pero podemos abrir las puertas. Podemos salir o entrar. La gente tiene que pensar en cómo hacerlo. Eso es jazz en sí mismo: las melodías tienen una forma que debes seguir, pero eres libre de tocar lo que quieras dentro de esas fronteras".Puertas abiertas es lo que aplica Bayazitov hacia sus compañeros de banda, dejándoles plena libertad.

Los nombres de las canciones representan las imágenes  de los paisajes y lugares que le  inspiraron.

En "Magnet" él y Kikoski llevan el peso del tema, sin olvidar el bajo y batería que arropan los solos de ambos intérpretes.

“Las personas con ideas similares son imanes; uno siente algo y el otro se sentirá atraído por él”. "Los lugares también tienen sus propios imanes energéticos, como Nueva York, que es un gran imán para mí" dice Bayazitov.

"The Huge sky of Kazan" está dedicado a su ciudad natal. Tras unas notas que evocan su origen, desgrana un blues que me recuerda a Joshua Redman en su interpretación y en su forma. 

En "Midwest Steam Locomotive" rinde homenaje a las tierras que vio en los EEUU en su segunda gira con la Orquesta de Jazz de Moscú: las Montañas Rocosas en Colorado, las colinas negras y las tierras baldías de Dakota del Sur, las tierras de cultivo planas de Nebraska.

"Long Fall" tema lento, donde Bayazitov  se muestra melodioso, sin estridencias, con una melodía repetitiva que a la mitad del tema rompe, pero siguiendo los cauces anteriores, siempre llevado por la batería y bajo. 

“On the otehr side of the bridge” compuesta durante su primera estancia en los Estados Unidos con la Orquesta de Jazz de Moscú. "Estaba sentado bajo el puente de Brooklyn, observando Manhattan, pensando lo cerca que estaba y esperando poder mudarme aquí y vivir una vida de jazz”

"The Past", es la más introspectiva de las ocho canciones, en la que recuerda a  una chica que Bayazitov conoció durante su adolescencia.

“The doors are open” que da título al álbum, refleja su inclinación a la música de Redman, por su forma y por su sonido. Rogers se marca un bonito solo.   

"A Highway To The Dreams", ritmo y funky para terminar con buen humor el disco. Sarkisyan no para de marcar el ritmo así como el resto de la sección rítmica. El Rhodes de Kikoski hace un buen solo.

La Habitación del Jazz