Pistas
1.Improv I 2.Para Emilio 3.Cursing Parrots 4.The Monks 5.A 6.Ballad for a Hawk 7.Improv II 8.Nita
Intérpretes
Leonor Falcón – violín, viola
Christof Knoche - clarinete bajo, saxo alto
Juanma Trujillo – guitarra, mandolina, ukulele
Zachary Swanson - contrabajo
Juan Pablo Carletti – batería, percusión
Sello discográfico: Falcon Gumba Records
Grabado en Douglass Recording Studios
Publicado el 11 de marzo de 2022
La formación musical de Leonor Falcón (Venezuela) es clásica. Lleva tocando en orquestas desde los 6 años. Ha formado porte del grupo de música de cámara Virtuosi de Caracas y fue miembro de la Orquesta Sinfónica de Venezuela. Mientras, poco a poco se introducía en el mundo del jazz y la música improvisada. En su país de origen actuó con grupos de pop, rock y latinos. En 2010, se graduó en Maestría en Interpretación Musical en el Conservatorio de Ginebra, Suiza. Después, decidió seguir su pasión por el jazz y se mudó a Nueva York, donde completó su Maestría en Interpretación de Jazz en Queens College en 2013.
Proyectos recientes son Peach and Tomato, un dúo de cuerdas experimental con la violinista Sana Nagano que ha lanzado su álbum debut “The Ultimate Pairing” en septiembre de 2019
“Imaga Mondo Vol. II”, es la continuación de su aclamado debut de 2017, “Imaga Mondo”. En esta ocasión le acompañan los mismos músicos, es decir, Juanma Trujillo (guitarra, mandolina, ukulele), Juan Pablo Carletti (batería, percusión) y Christof Knoche (clarinete bajo, saxo alto) a los que se les añade Zachary Swanson (contrabajo) con el que ya había tocado Falcón a lo largo de los años y que se integró a la perfección con la banda, según declara Falcón.
El disco abre con “Improv I” donde Falcón inicia con su viola de forma contundente, secundada por el resto de componentes del grupo. Como su propio nombre indica, es la improvisación de todos, para y con todos.
En “Improv II”, el séptimo corte del disco, la improvisación también es la protagonista pero está más matizada, es menos agresiva pero añade un punto inquietante.
“Para Emilio” está compuesta por Falcón poco después de enterarse que estaba embarazada de su primer hijo, Emilio. Melodía llena de amor, lirismo no exento de temores y turbulencias orgánicas.
No faltan momentos más contundentes, roqueros y folclóricos que nos trasladan a las Islas Británicas, en “Curseing Parrots” donde Knoche se luce al saxo alto. El espíritu de Coltrane transita por el estudio, como también ocurre en “A”. En esta ocasión Knoche coge el clarinete bajo, rugidos gemidos, bocinas y un largo etcétera de sonidos invaden los oídos. Realmente conseguido el ambiente sonoro que se puede vivir en la línea de metro de Nueva York del mismo nombre. La fuerza del tema va in crescendo generando sensación de desasosiego.
"The Monks" es una bella pieza, reflexiva, basada en unos acordes que se repiten a lo largo de su exposición, dando sensación de tranquilidad coral.
Otra pieza que aporta calma es "Ballad for a Hawk", inspirada en “El halcón maltés” y el cine negro.
El folclore vuelve a estar presente en este trabajo de Falcón y su grupo. Y se hace evidente en “Nita”, cuyo relajado comienzo enseguida toma prestado tintes del folclore argentino y mexicano.
El álbum presenta dos caras que se contraponen pero a la vez se complementan: por un lado las melodías, baladas y temas con matices folclóricos y, por otro lado, la dureza de las improvisaciones y temas roqueros.
Como dice el título del álbum “Imaga Mondo” (Mundo imaginario en Esperanto) las composiciones de Falcón nos transportan a mundos imaginarios y reales al mismo tiempo, ya se sabe eso de que, en muchas ocasiones, la realidad supera la ficción.
Como ella dice, “La evolución natural de mi vida como músico me ha obligado a participar en tantas situaciones diferentes que no siento lealtad a un solo género o forma de hacer música”. Puede que esto que apunta Falcón enriquezca su música al no constreñirla.
Los músicos que le acompañan, aportan su saber hacer (que no es poco) y se integran en el conjunto como una sola voz con una actitud proactiva.
Sin duda, el techo musical de esta mujer está muy alto.
La Habitación del Jazz
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