Pistas
1.Time To Mind the Mystics 2.Blueprint 3.Insignificance (A Love Song) 4.Slant 5.The Walk 6.You vs. You (For Bill Frisell) 7.Not Knowing 8.Moth Flame Blues
Intérpretes
Dan Bruce – guitarra eléctrica, guitarra acústica, Ableton Live programming
Chris Coles – saxo alto, saxo tenor, vocoder
Brad Wagner – saxo soprano, saxo tenor, clarinete bajo
Caleb Smith - trombón
Will Wedmedyk- vibráfono
Theron Brown - piano, Fender Rhodes, melódica
Aidan Plank - contrabajo, bajo eléctrico
Anthony Taddeo - batería, percusión
Joel Negus- sintetizadores (1,4)
Sello discográfico: Shifting Paradigm Records
Grabado en Kent State Stark Studios
Publicado el 29 de abril de 2022
Dan Bruce en 2017, tras diez años en Chicago, se trasladó a Ohio donde se ha instalado como uno de los miembros más activos del colectivo jazzístico.
Como intérprete y artista de grabación, Bruce ha tenido la oportunidad de trabajar con Seamus Blake, Ali Jackson, Dan Wall, Lynn Seaton, Rose Colella, The Cleveland Jazz Orchestra y Marquis Hill, entre otros.
Ha actuado en más de treinta álbumes como acompañante y ha lanzado dos álbumes bajo su propio nombre, el primero titulado “A Single Thread” y el segundo, ya con Beta Collective, “Earthshine” (2017).
El “Beta Collective” se reunió por primera vez en Chicago en 2015 como vehículo para sus composiciones originales y actualmente reúne a algunos de los improvisadores más brillantes de Ohio.
Este “Time to Mind the Mystics” es pues el tercer álbum de Bruce y el segundo con el colectivo Beta.
En su música, Bruce plasma el estilo de aquellos músicos que le han influenciado, conservando su propia personalidad, lo que le dota de unas características muy particulares.
Bruce describe “Time to Mind the Mystics” como una colección de experimentos mentales que giran en torno al futuro entrelazado de la humanidad y la tecnología.
Bruce explica: “En el centro está la idea de que nuestra aceptación de la innovación tecnológica no puede venir a costa del sacrificio del conocimiento generacional y la sabiduría antigua. Nuestra humanidad debe ser celebrada y la tecnología debe desempeñar un papel de apoyo”.
Bruce compone dejando suficiente espacio a los músicos que el acompañan, de modo que los temas sean de ellos tanto como lo son de él como compositor. Esto se aprecia ya desde el primer corte del disco, la canción que da título al álbum, “Time to Mind the Mystics”,que abre con la guitarra de Bruce distorsionada, dando paso a un ritmo fusión con sintetizadores. Es, en palabras de Bruce, “la celebración de apertura de la vida moderna en la tierra, incluidos los logros tecnológicos. Representa la armonía y la emoción que se pueden lograr si mantenemos el respeto por nuestra humanidad a medida que continuamos descubriendo cosas nuevas y asombrosas”.
El reflexivo “Blueprint” pone calma tras el tema anterior. El bajo mantiene la melodía que da origen a la canción y Wedmedyk se eleva con frases cristalinas al vibráfono. El ambiente es un tanto desasosegante y tenso.
Los sonidos acústicos de “Insignificance (A Love Song)” expresa la alegría que sentimos al percatarnos de lo insignificantes que somos en el universo. Bruce explica: “Este pensamiento me mantiene muy conectado a tierra y me recuerda que no debo tomarme demasiado en serio”. El diálogo entre el contrabajo y la guitarra acústica es constante. La percusión aporta un ligero sabor latino.
“Slant” nos presenta un futuro controlado por la tecnología donde el ser humano anhela interrelacionarse más con otros humanos. Tema futurista pero con los pies en la tierra.
“The Walk”, como los anteriores temas, también está unido por una historia, como explica Bruce: “Durante un tiempo de algunos problemas médicos, iba a fisioterapia todas las semanas que involucraba punción seca. Cuando salí de la cita apenas podía caminar. Pronto me di cuenta de que el dolor también me mantenía más concentrado en el momento que de costumbre, así que comencé a dar largas caminatas inmediatamente después de mi terapia cada semana. Por esa época, leí un artículo que afirmaba que la gente se relaciona más con la música que coincide con la velocidad de su paso. Esta pieza se basa en mi forma de andar, que en ese momento tenía algunos contratiempos. Esta es también la banda sonora de mis caminatas maravillosas, dolorosas y conscientes”.
El planteamiento de “You vs. You (For Bill Frisell)” es más peculiar. También surge de la experiencia personal de Bruce: “Soy un pensador obsesivo y, a menudo, hago las cosas mucho más complicadas de lo necesario. Se trata de aprender a salir de mi propio camino”.
El álbum cierra con "Not Knowing" ("el estado en el que estamos más disponibles para escuchar profundamente a los demás") y "Moth/Flame Blues", que transmite el cauto optimismo de Bruce para el futuro: “Creo que como sociedad podemos ir más allá de las cosas que nos separan y trabajar por el bien común. Con suerte…” Este es el tema que más me ha gustado de todo el disco.
Bruce consigue una amplia gama de texturas sonoras y ritmos recurrentes con personalidad y persuasivos.
La Habitación del Jazz
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