Pistas
1.Spaces 2.551 3.Go for Broke 4.Rain Shall Fall 5.Retrograde 6.Sumner 7.Good Sir 8.Juanita and Betty
9.William and Vinson 10.Old Knew 11.Arrivals
Interpretes
Gregory Groover Jr. – saxo tenor
Joel Ross - vibráfono
Paul Cornish - piano
Harish Raghavan – contrabajo
Kendrick Scott – batería
Sello discográfico: Criss Cross Jazz
Grabado el 6 de enero de 2025 en Nueva
York
Publicado el 7 de noviembre de 2025
Nacido en Nueva York y criado en
Boston, el saxofonista, compositor y educador Gregory Groover Jr. ya ha dejado
una huella imborrable en el mundo del jazz en un corto período de tiempo.
Su trayectoria musical comenzó a
temprana edad. Su pasión por el jazz floreció a medida que perfeccionaba su
técnica, lo que finalmente le valió una beca completa para cursar sus estudios
de Licenciatura y Maestría en Interpretación Musical en el Berklee College of
Music. Bajo la tutela de prestigiosos mentores como Terri Lyne Carrington, John
Patitucci, Miguel Zenon y Dave Liebman, Groover se destacó en el aclamado
Berklee Global Jazz Institute, dirigido por el pianista Danilo Pérez.
Además de ser líder de banda, Groover
es un colaborador muy solicitado que ha participado en festivales de música en
Estados Unidos, Latinoamérica, Europa y África con algunas de las voces más
importantes de la música contemporánea mundial.
Como educador, Gregory fue codirector
del departamento de música en la Boston Arts Academy, y actualmente es
subdirector del departamento de conjunto en el prestigioso Berklee College of
Music.
Hijo del pastor de la Iglesia Charles
Street A.M.E. de Boston, Groover aprendió los secretos de la narración musical
espontánea, convincente y cautivadora del púlpito y el coro, como se documenta
en el excepcional álbum de 2019, “Negro Spiritual Songbook, Volume 2 (The
Message)”.
Alguno de los músicos a los que admira
y considera mentores, son Terri Lyne Carrington, Danilo Pérez, Dave Santoro,
Hal Crook, Billy Pierce, Jerry Bergonzi y George Garzone. Otros músicos que
marcaron sus inicios, son Joe Henderson, Wayne Shorter, Art Blakey, Miles
Davis, Weather Report. Mención especial a Walter Smith III, a quien admiraba desde los
15 años, y quien describe a Groover como
“un músico temático, cuya interpretación
se conecta profundamente con la canción. Toca con mucha energía y la transmite
con maestría. Lo más importante es el sentimiento: la dirección y el movimiento
de su interpretación reflejan lo que realmente siente”.
Groover, como líder de banda, había
lanzado dos álbumes (“Negro Spiritual Songbook,
Vol. 1 y 2” y “Lovabye”. Para él, y para muchos aficionados
entre los que me encuentro, el sello Criss Cross Jazz está documentando toda
una era. Y afirma: “Sentía que cada músico moderno que admiraba había tenido su
momento en Criss Cross Jazz”. Y cuando Walter Smith III le preguntó "¿cuál
sería el sello de tus sueños?", su respuesta estaba clara, Criss Cross
Jazz. Así que cuando le dijeron que sí, sintió que todo cerraba un círculo, “como
si el sello que moldeó mi oído musical ahora formara parte de mi historia”, afirma,
y grabó “Lovabye”. Su tercer álbum como
líder, “Old Knew” también la ha grabado en Criss Cross Jazz y en él aborda un
repertorio de inspiración similar al de “Lovabye” , pero haciendo hincapié en
el grupo como colectivo, que está compuesto
por el joven vibrafonista Joel Ross, del que destaca su carácter desinteresado
y considera uno de los músicos más importantes de su generación; el todavía más joven pianista Paul Cornish del
que dice ser un oyente increíble y un compositor increíble; este disco marcó el
primer encuentro de Groover con Cornish, cuya participación con el grupo de
Joshua Redman en los últimos años lo había intrigado; también forman parte de este grupo, el
baterista Kendrick Scott, uno de los ídolos de Groover y el bajista Harish
Raghavan, con quien tocó por primera vez
el concierto de lanzamiento de su álbum Lovabye, y dice: "Hizo que esta música, con la que estaba
tan familiarizado y a la que estaba tan apegado, sonara diferente. Sabía que
quería que la música de este disco tuviera un aire distinto, y quería intentar
capturar esa energía. Toca con mucho cuidado, con una intensidad que impulsa a
la banda".
La presencia del vibráfono en este
álbum, no sólo como acompañante, si no también, como solista, es muy destacada.
A Groover le encanta el sonido del vibráfono y
afirma: “Seguir creando y componiendo música pensando en Joel, era una
prioridad. No es solo por el sonido y el enfoque de Joel, sino porque su arte
es tan auténtico que puede adaptarse a cualquier situación y mejorarlo todo. Llevó
todo lo que hacía a otro nivel y ayudó a la banda a llegar hasta aquí. Pero
también disfruta simplemente tocando la melodía una y otra vez”.
En este álbum, Groover combina
material nuevo con piezas que comenzó hace una década, de ahí el título.
Por ejemplo, la canción que da título
al disco, “es quizás la más antigua que he escrito. La compuse durante mi
primer semestre en la universidad” afirma. Sin duda ya apuntaba como
compositor. Me recuerda a Joshua Redman en su estructura como en el sonido del
saxo.
Otras canciones como “Go for Broke” y
”Spaces” (ésta última con sonido fiestero y de copla española), las empezó en
su día, pero nunca las terminó. Groove
las rescribió para este álbum, de modo que son prácticamente nuevas.
Otras canciones están dedicadas a sus
abuelos: “Juanita and Betty” y “William
and Vinson”. Groover cuenta al respecto: “Juanita es la madre de mi padre.
Betty es la madre de mi madre. William es el padre de mi padre, a quien nunca
tuve la oportunidad de conocer porque falleció justo antes de que yo naciera.
Vinson es el padre de mi madre. Quería escribir sobre la sabiduría generacional
que se transmite de generación en generación, los sacrificios que hicieron por
mis padres, su legado, y el amor que recibí de mis abuelos. Cuando pienso en mi
linaje, pienso en mis héroes musicales, pero hay otra parte de esa herencia de
la que nunca se hablará, nombres que la gente no conocerá: mis abuelos. Eso es
muy importante para mí, y sé que está presente en la música”.
“551” es un homenaje a su iglesia.
Groover afirma: “Mis padres son ministros. Mi padre es pastor, y eso fue lo que
lo trajo desde Nueva York. Pastoreaba una iglesia en el sur del Bronx y lo
trasladaron a Boston. De la iglesia donde crecí surgieron muchísimos músicos
excelentes. Pero más importante que los músicos, la gente de la iglesia influyó
positivamente en mi vida y en la de los jóvenes. Es una comunidad vibrante y
genial. Quería representar eso. Habla de la gente, de la sabiduría colectiva”.
Debido a su pasado, Groover tiene una fuerte
conexión con la espiritualidad. Aun cuando toca con energía, su tono es cálido
y emotivo. No se considera un compositor con mayúscula, y quizás tenga razón, pero
sus composiciones tienen algo que van creciendo a medida que son interpretadas en conjunto.
Groover pasará a formar parte de esos músicos,
en este caso saxofonista, capaces de ser inspiración a nuevas generaciones.
La Habitación del Jazz

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