Pistas
1.Heavy Drops 2.Play It Cool 3.Cosmic
Nomad 4.Rise Up 5.Free Fly 6.Hazy Steps 7.Portrait of Natalie 8.Taming the Bull
9.Escape Route 10.Lazy Butterfly
Intérpretes
Adam Ben Ezra – contrabajo, voz,
teclados, flauta
Michael Olivera Garcia – batería, percusión
Omer Mor – guitarra eléctrica (2)
Grabado en Camaleón Music Studio,
Madrid, España. Grabaciones adicionales en Adam Ben Ezra Studio en São Luís,
Portugal.
Fecha de publicación: 28 de febrero de
2025
Adam Ben Ezra nació en Tel Aviv, Israel. Es un multiinstrumentista,
compositor y educador autodidacta. Comenzó a tocar el violín cuando tenía cinco
años; guitarra cuando tenía nueve. Después de una temporada con el bajo
eléctrico a los 16 años, se enamoró del rico timbre del contrabajo dedicándose
en cuerpo y alma a su aprendizaje.
Ha
ido añadiendo a su arsenal el piano, el clarinete, el laúd, la flauta e
incluso el BeatBox, aprendiendo en gran medida, de forma autodidacta.
Ha realizado cientos de espectáculos
en todo el mundo y ha compartido cartel con artistas como Snarky Puppy, Pat
Metheny, Victor Wooten y Richard Bona por nombrar algunos.
Ben Ezra es una auténtica estrella de
Internet con más de 20 millones de visitas a sus vídeos hasta la fecha.
Colaboró con la cantante Achinoam Nini
("Noa"), apareciendo en su álbum de 2014 “Love Medicin” y en giras
por América del Norte y Europa.
En 2022 se retiró a la campiña del sur
de Portugal, donde la paz reinante y el entorno impulsaron a Ben Ezra a
componer una gran cantidad de piezas breves de un minuto para contrabajo, grabadas
con una cámara sin bucles ni sobre grabaciones, con las que llegó a nuevas
audiencias en línea, explorando nuevas posibilidades de su instrumento,
utilizando técnicas de auto acompañamiento,
utilizando el cuerpo del contrabajo bajo como instrumento de percusión.
Su discografía incluye álbumes como el
debut “Can’t Stop Running” (2015), “Pin Drop” (2017), ‘Hide and Seek’ (2020) y
“Intermission” (2021).
Su música se inspira en músicos como
J.S. Bach, Jaco Pastorius, Bobby McFerrin y Chick Corea, incorporando elementos de jazz, funk, música
latina, mediterránea y de su país de origen, a su forma de tocar.
Su último lanzamiento se titula
"Heavy Drops", grabado a dúo junto al contrabajista Michael Oliver.
También aparece invitado el guitarrista Omer Mor en uno de los temas.
El disco se grabó en vivo en Madrid.
Posteriormente Ben Ezra agregó capas
adicionales de bajo, voz, flauta y sintetizadores en su estudio casero,
agregando efectos, pedales y loops.
El disco abre con la canción que da
nombre al disco “Heavy Drops”. Tema que nos hace bailar irremediablemente. El
contrabajo de Ben Ezra y la percusión de
Olivera son hipnóticos. Influencias latinas y de Oriente Medio. Excelente
comienzo.
La curiosidad que caracteriza a Ben
Ezra se deja ver en “Play It Cool”, ritmo reiterativo, instrumentación sobre
grabada, única aparición del guitarrista Omer Mor. Resultado
óptimo.
“Cosmic Nomad” es una vorágine de
ritmo. El contrabajo de nuevo como instrumento protagonista, sin concesiones.
“Rise Up” comienza al más puro estilo jazzístico. Ritmo medio-lento, para un
tema enigmático y sugerente.
Con “Free Fly” vuelve el ritmo que
incita a moverse, a no parar. Tema con matices country.
El jazz–fusión está presente en “Hazy
Steps”, con sintetizadores, voces y la percusión que marca el camino a seguir y
da personalidad a la composición. Con este dúo uno no puede dejar de moverse.
“Portrait of Natalie” es una delicada,
relajante y elegante canción en la que
el contrabajo es más que un contrabajo. Preciosa.
En “Taming the Bull”, el Medio Oriente
y sobre todo el flamenco son la base de esta canción. La versatilidad del
contrabajo en las manos de Ben Ezra es pasmosa.
“Escape Route” es una carrera hacia no
se sabe dónde, una huida, no se sabe de
qué. La integración de percusión y contrabajo es genial.
El disco termina con “Lazy Butterfly”,
un colofón a la altura del resto del álbum.
Ben Ezra ha redefinido al contrabajo,
dándole nueva vida y lo ha elevado a la categoría de instrumento principal y no
solo de acompañamiento.
Pocas veces, por no decir ninguna,
había visto elevar al contrabajo a este
nivel de sonido y ritmo; posibilidades no ensayadas con anterioridad, de
gran creatividad. La unión musical con
Olivera es todo un acierto, la conexión es instantánea creándose una fluidez
que no necesita de engrase.
Un disco para disfrutar.
La Habitación del Jazz