lunes, 25 de agosto de 2025

VLADIMIR KOSTADINOVIC CD: IRIS

 


Pistas

1.Iris 2.The World Keeps Ending And The World Keeps Going On 3.Unborn Child 4.Is There A Heart In This House? 5.Echoes In Eternity 6.Collectors Of Emotions  7.Airegin

 

Intérpretes

Vladimir Kostadinovic - batería

Ben Wendel - saxo

Chris Potter –saxo (1,2)

Alex Sipiagin -trompeta

Geoffrey Keezer -piano

Joe Locke - vibráfono

Matt Brewer - contrabajo

 

Sello discográfico: Criss Cross Jazz

Grabado el 5 de septiembre de 2024 en el Samurai Hotel Recording Studio, Astoria, N.Y.

Fecha de publicación: 27 de junio de 2025

 

 

El serbio Vladimir Kostadinovic recuerda haberse obsesionado escuchado a los cuatro años de edad, al baterista Michael Shrieve con Carlos Santana en el LP  comprado por su hermano mayor, titulado "Live at Woodstock". “Intentaba imitarlo en sofás y sillas con las baquetas que me compró mi hermano", comenta. "Cada vez que veía música en la televisión, me centraba solo en el baterista". Poco después, sus padres le compraron una caja infantil y un acordeón, con los que empezó a acompañar las interpretaciones de su padre de música folclórica serbia. Al notar la habilidad de Kostadinovic  para tocar melodías y compases irregulares de oído, lo matriculó en la escuela de música, donde durante los siguientes años tocó Bach y Scarlatti en acordeón con técnica de piano. Sus padres esperaban que continuara sus estudios de música clásica en el Conservatorio Hohner de Trossingen, Alemania, especializado en acordeón. Pero Kostadinovic decidió continuar sus estudios de jazz en el Conservatorio de Graz, con el apoyo incondicional de sus padres, quienes vendieron su apartamento para que pudiera asistir.  

En agosto de 2009, fue invitado a tocar con el maestro del órgano Tony Monaco. Durante esa época también formó su propio cuarteto con Jimmy Greene, Danny Grissett y Matt Brewer, que incluía composiciones propias. En 2012, se unió a la banda Antonio Farao Trio. En los últimos años ha pasado mucho tiempo tocando en la Gran Manzana con muchos grandes músicos de jazz de la escena mundial. Ha compartido escenario o grabado con artistas como Chris Potter, Benny Golson, George Garzone, Gregory Porter, Antonio Farao, Dusko Gojkovic, Charles Tolliver, David Kikoski, Chico Freeman, Joe Locke, Seamus Blake, Kevin Hays, Jim Rotondi, Till Brönner, Melisa Aldana, Jane Monheit, Ben Wendel, Geoffrey Keezer, Jimmy Greene, Didier Lockwood, John Ellis,  Vincent Herring, Peter King, Bill Ramsey, Vicente Archer, Joe Sanders, Matt Brewer, Franco Ambrosetti, Oliver Kent, entre otros muchos.

Tras “Course of Events” (2011), con la participación de Jimmy Greene, Grissett y Matt Brewer y  “The Left Side of Life”, (2014), con Seamus Blake, Mirko Churnchetz y Joe Sanders, acaba de lanzar ”Iris”, publicado por el legendario sello Criss Cross Jazz. El disco está dedicado a su esposa, si bien lleva el nombre de su hija. Le acompaña una formación estelar que incluye a Chris Potter, Ben Wendel, Joe Locke, Matt Brewer, Alex Sipiagin y Geoffrey Keezer.

Kostadinovic viene de la música clásica, el punk, el rock, la fusión y el jazz, y de alguna manera, refleja esos orígenes en este álbum.

El álbum abre con “Iris”, una emocionante canción donde su hija Iris recita un poema sobre su padre, apoyado por los acordes de Keezer. Kostadinovic muestra su potente swing, mientras Potter intensifica la parte emocional del tema. Locke hace un solo igualmente emotivo. Al final de la canción se puede escuchar a Iris cuando tenía un año. "Lloré cuando la escuché en el coche después de la sesión de grabación", dice Kostadinovic, quien deja bien patente el profundo amor y su conexión con la familia, lo que infunde al álbum una calidez e intimidad únicas.

Le sigue “The World Keeps Ending and the World Keeps Going On” donde Sipiagin y Potter tocan al unísono la melodía. Kostadinovic, que firma la canción, muestra su modernidad y su excelente técnica. Sipiagin y Potter mantienen una fluida conversación con solos que se alternan, manteniendo la tensión de este tema. Como en todo el álbum, la labor de Brewer es encomiable. 

Pasamos a otro tema de Kostadinovic, el titulado “Unborn Child”, donde describe la alegría que Kostadinovic y su esposa sintieron cuando ella se embarazó de su segundo hijo y la desolación que experimentaron cuando ella sufrió un aborto espontáneo mientras él estaba de concierto en China. Solos de Wendel al tenor y Locke al vibráfono mantienen una atmósfera melancólica y no exenta de tensión. Keezer termina la pieza abruptamente con un acorde austero. Pieza que refleja a la perfección esos momentos desoladores.

Locke compuso “Is There A Heart In This House?”, tras escuchar un discurso del reverendo William Barber en 2016. "Lo había escrito como instrumental, y cuando escuché el discurso me di cuenta de que el pentámetro y el ritmo de sus cadencias encajaban perfectamente en mi melodía", dice Locke, quien ha grabado una versión vocal. "Joe me dijo que había escrito una melodía para el disco y me envió su grabación en un teclado MIDI", dice Kostadinovic, que añade: "En su profundidad espiritual y calidad melódica, tiene la carga emocional de un himno". La canción encaja perfectamente en la línea argumental del álbum.

La música  se torna sosiego en “Echoes of Eternity”, un tema intimista y cinematográfico. Solos melodiosos de Sipiagin y Wendel, tras los cuales Brewer presenta un solo en esa misma línea.

La atmósfera se relaja con “Collectors of Emotions”, otra composición de Kostadinovic, en cierto modo homenaje a Roy Hargrove, del que dice: "Me encantaba Roy y su música, y me encanta el colorido que conseguían con la trompeta, el piano y las baquetas". En esta ocasión Keezer se pone a los mandos de Fender Rhodes.

El disco finaliza con una composición de Sonny Rollins, el   famoso “Airegin”, al que Locke aplica arreglos convirtiéndolo en una pieza de marcado carácter contemporáneo. El grupo on fire, impulsado por Kostadinovic, nos ofrece solos electrizantes de Sipiagin, Locke, Wendel,  Keezer y el propio Kostadinovic. Un excelente final.

La música y la familia han sido los pilares de Kostadinovic desde que era un niño y siempre ha perseguido un equilibrio entre su familia y la música, algo que no es fácil de conseguir para un músico que gira constantemente por todo el mundo.

Kostadinovic es uno de los bateristas más solicitados de la escena del jazz europeo, gracias a su potente ritmo, su  musicalidad y versatilidad, dominando el jazz tradicional y el modernismo más audaz.

Un álbum gratificante

La Habitación del Jazz

 


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