Pistas
1.Colibrí 2.Mudando mi piel 3.Muy adentro de mí 4.Vals del corazón 5.Se juntaron tres 6.Viento de mayo 7.Apu pachatusan 8.Árbol Renaco 9.Azucena blanca 10.Nana para Francisco 11.Por el aire va 12.Plegaria de invierno 13. Marina 14. Pastoral
Intérpretes
Tata Quintana: voz (1-14), guitarra española (12)
Gladston Galliza: guitarra española (1,2,7,10,11,14), acústica (6,12)
Sergio Menem: chelo (5,10), guitarra portuguesa (6)
Javier Olabarrieta: piano (4,9,13)
Javier Colina: contrabajo (2,4,9,13)
José San Martín: batería (4,6,9,13), percusión (1,2,3,8,11)
Invitados Especiales
Antonio Serrano: armónica (7,13)
Santiago Cañada: trombón (2.4)
Thomas Potiron: violín (1)
Grabado en septiembre de 2020 en los estudios Arco del Valle, Cercedilla (Madrid)
Tata Quintana, licenciada en Filosofía y Letras, nació en Logroño (La Rioja, España), antes de descubrir el jazz, a los veinte años, participó con distintos grupos de rock y orquestas de salsa y baile. Ha actuado en España, Suiza, Francia, Cuba, Alemania, Italia, Brasil, Marruecos y Estados Unidos, entre otras. Es profesora de canto.
Pero un buen día cayó en sus manos una vieja cinta de jazz y a partir de ahí descubrió a Ella Fitzgerald, Sara Vaughan, Charlie Parker, Louis Armstrong entre otros muchos y a partir de ese momento se dedicó a investigar sobre la improvisación.
Este nuevo trabajo de Quintana, contiene 14 canciones (y no 15 como figura en la contraportada por un error de numeración). Todos los temas llevan la firma de la letra y música de Tata Quintana excepto “Vals del corazón”, una recreación de “Valse Hot” de Sonny Rollins a la que ha puesto letra y “Marina” y “Pastoral” con letra de su hermano Francis Quintana.
El contenido es bastante ecléctico y podemos encontrar temas de estilo folk que me recuerdan a Pablo Guerrero como “Colibrí” donde nos hace una demostración de su calidad vocal o “Muy adentro de mí” de similar estilo.
También hay blues como en “Mudando mi piel” que empieza con un solo de contrabajo a cargo de Colina que deriva en un tema interesante, blusero y jazzero gracias, entre otros, al trombón de Cañada. Lo mismo podemos decir de “Vals del corazón” con un buen scat de Quintana. Otros cortes son más clásicos al emplear el chelo como único acompañamiento como sucede en “Se juntaron tres”. No falta el toque brasileño en “Por el aire va” y “Pastoral”. En “Viento de mayo” la guitarra portuguesa de Menem le da un aire luso inconfundible. Antonio Serrano interviene por primera vez en “Apu pachatusan” donde la guitarra me trae recuerdos de David Crosby. “Azucena blanca” y “Nana para Francisco” aportan toques de bolero, fusionado con jazz. La canción “Árbol Renaco” es minimalista y de las que más me han gustado del disco.
Por último en “Plegaria de invierno” Quintana toca la guitarra española acompañada de Galliza a la acústica.
Quintana con un estilo muy personal transmite honestidad y emoción en sus interpretaciones, que no se pierde en florituras innecesarias. Su voz es clara y bien modulada, con muchos matices interesantes.
Seguro que en un futuro Tata Quintana nos sorprenderá con nuevos trabajos de calidad como este “Aliento”.
La Habitación del Jazz
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