Pistas
CARA A
1.Every day (I have the blues)
2.Sweet Little Angel
3.It’s my own Fault
4.How Blue can you get
5.Please love me
CARA B
1.You upset me baby
2.Worry, Worry
3.Woke up this mornin’
4.You done lost your good thing now
5.Help the poor
La banda
B.B. King – voz, guitarra
Leo Lauchie – bajo
Duke Jethro – piano
Sonny Freeman – batería
Bobby Forte – saxo tenor
Johnny Board – saxo tenor
Kenneth Sands – trompeta
Grabado el 21 de noviembre de 1964 en el Regal Theatre de Chicago
En colaboración con Planeta DeAgostini y dentro de la colección “Blues en Vinilo”, La Habitación del Jazz publica la reseña correspondiente a esta entrega que en esta ocasión está dedicada a B.B. King (1925, Itta Bena, Misisipi), uno de los máximos exponentes de blues de todos los tiempos. Nacido Riley Ben King, cuando decidió dedicarse a la música, cambió su nombre por el de Blues Boy, que luego abrevió a B.B. Este guitarrista, cantante y artista se presenta en esta fantástica colección de vinilos con “Live At The Regal”. Regal es un club de Chicago fundado en 1927 donde, según el propio King, había tocado cientos de veces antes de la actuación recogida en este disco y que sentía que habían tocado "cientos de conciertos mejores que el grabado en el Regal". Pero este álbum está considerado uno de los mejores álbumes de blues jamás grabados y ocupa el puesto 141 en los 500 mejores álbumes de todos los tiempos de la revista Rolling Stone. En 2005, “Live at the Regal” fue seleccionado para su conservación permanente en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.
King era un trabajador infatigable, dio una media de 200 conciertos por año, superando los 300 en más de una ocasión, siendo en 1956 cuando establece su record con 342 conciertos.
El concierto (y el álbum) empieza con esta frase por parte del presentador: “Damas y caballeros, ¿qué tal un cálido aplauso para dar la bienvenida al mejor cantante de blues del mundo, el rey del blues? B.B. King ". Con 39 años ya era considerado el rey del blues y estaba en plena madurez artística. Lo que sigue es historia del blues. Un King que interactúa con el público en numerosas ocasiones (por ejemplo en “Worry, Worry”), que toca la guitarra con una elegancia exquisita y que se acompaña de su voz que recorre rangos inusitados, desde el bramido ronco hasta el falsete, como si tal cosa. En este disco King nos ofrece un tratado de cómo abordar un concierto en vivo. King es un transmisor de sentimientos y con su guitarra Lucille (no dejéis de leer en el fascículo el porqué llamó así a todas sus guitarras), se mete al público en el bolsillo, que en esta ocasión muestra su entusiasmo chillando y vitoreando al líder durante todo el álbum. Parece ser que el órgano de Jethro, que originalmente estaba programado para tocar, se rompió, por lo que King dijo que debería tocar el piano. Jethro le dijo a King que no sabía tocar el piano a lo que King le respondió: "Bueno, siéntate y finge; ¡eso es lo que haces la mayor parte del tiempo!". King tenía un gran sentido del humor y la empatía con sus músicos era total.
Este disco nos brinda 35 minutos de un gran blues, en vivo, como se disfruta la música. Con canciones que King interpretó cientos de veces a lo largo de su carrera.
King siempre quiso que su guitarra se conectara con las emociones humanas y lo consigue plenamente en este trabajo.
King sabía dosificar sus canciones en las actuaciones en directo, y en ésta actuación que recoge este álbum, también, mezclando temas rápidos como “Every day (I have the blues)”, “Please love me”, “You upset me baby” o “Woke up this mornin’” con otros blues más profundos, “Sweet Little Angel”, “It’s my own Fault” de John Lee Hooker, “Worry, Worry”, “You done lost your good thing now” o “How Blue can you get”.
Sin duda escuchar este disco es un placer para los amantes del blues, de B.B. King y de la música global.
La Habitación del Jazz
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