CARA A
1.Yonder Wall
2.Stumble
3.I Wonder Why
4.Stormy Monday
5.I Don't Know
CARA B
1.What'd I Say
2.Ain't Nobody's Business What We Do
3.You Don't Have To Go
4.Woke Up This Morning
5.Things I Used To Do
6.My Feeling For The Blues
Intérpretes
Freddie King – voz, guitarra solista
Cornell Dupree - guitarra
Ernie Royal – trompeta
Martin Banks - trompeta
Frank Wess – saxo tenor
George Coleman – saxo tenor
George Stubbs – piano
King Curtis – solo de saxo tenor (A2), marimba (B1)
Jerry Jemott - bajo
Kenneth Rice - batería
Trevor Lawrence – saxo barítono, saxo tenor
Willie Bridges – saxo barítono, saxo tenor
Hugh McCracken – armónica (B3,B5)
Sello discográfico: Cotillion
Grabado en 1969 en los estudios Atlantic de Nueva York
Publicado en 1970
En colaboración con Planeta DeAgostini y dentro de la colección “Blues en Vinilo”, La Habitación del Jazz publica la reseña correspondiente a esta entrega que en esta ocasión está dedicada a Frederick Christian King, también conocido como Freddie King, Freddy King y “The Texas Cannonball” (por su estilo imaginativo y poderoso se ganó este apelativo, nombre de una famosa locomotora) Nació en Gilmer, Texas. Con sus dos metros de altura y 136 kilos de peso, atraía todas las miradas cuando salía al escenario. Se le considera como el músico que unió las dos grandes escuelas de blues, la tejana y la de Chicago.
De origen muy humilde, se crio en los campos de algodón y a los cinco años tuvo su primera guitarra aunque fue un encuentro con Lightnin' Hopkins el que le empujó a ser músico.
Llegó a Chicago en 1952, a los 18 años de edad. Se colaba en todos los garitos del South Side para ver a los más grandes, Muddy Waters, Howlin' Wolf, T-Bone Walker, Elmore James o Sonny Boy Williamson. Entonces formó su primera banda, llamada los Every Hour Blues Boys. En 1956 grabó su primer disco como líder.
Pero en 1962 tomó una decisión que le apartó de la senda del éxito, dejar Chicago para volver a Texas a criar a sus hijos. A pesar de que siguió grabando, sus discos, con mezclas de estilos como la bossa nova o el llamado surf, no alcanzaron el éxito esperado. Freddie King daba más de 300 conciertos al año aderezados por grandes cantidades de Bloody Marys. En 1976, mientras tocaba en Nueva Orleans, se desmayó en medio de un solo y tuvo que ser hospitalizado. Tenía varias úlceras de estómago pero King siguió en la carretera y tocó en Nueva York el día de Navidad. Al volver a Dallas le hospitalizaron y murió en la noche del 28 de diciembre de 1976 a la edad de 42 años.
“My Feeling for the Blues” (1970) es uno de los dos discos, junto a “Freddie King Is a Blues Master” (1969)
Que grabó en el sello Cotillion Records, una subsidiaria de Atlantic Records, con la que firmó gracias al productor y saxofonista King Curtis. En ese momento Freddy King cambió la grafía de su nombre por Freddie.
El propio Freddie King aparentemente no estaba del todo satisfecho con su producción de Cotillion, citando el sonido de su guitarra como la razón principal. Optó por irse y firmar con el sello Shelter de Leon Russell.
Centrándonos en “My Feeling for the Blues”, King se acompaña de un buena banda instrumental, como hacía siempre en sus actuaciones, incluía vientos que acentuaba el carácter soberbio de sus intervenciones vocales y de sus solos de guitarra. Podemos encontrar al propio King Curtis, Frank Wess, George Coleman y Martin Banks. La mayoría, músicos de sesión de la Atlantic, como el bajista Jerry Jemmont o el guitarrista de sesión Cornell Dupree.
Son temas cortos de gran intensidad, principalmente de blues pero que también rozan el Rock & Roll y el soul.
El disco incluye fantásticos temas, algunos cantados otros instrumentales, de Elmore James, B.B. King, T-Bone Walker, Willie Mabon, Ray Charles y Guitar Slim, Jimmy Reed o Jimmy Witherspoon, además de dos canciones de cosecha propia.
Freddie King tenía una característica manera de tocar su Gibson ES-355. Se convirtió por méritos propios en uno de los bluesman más emblemáticos de la historia y nos dejó obras insuperables a pesar de morir tan joven.
Su forma de tocar la guitarra con fuerza y el ritmo adecuado en cada momento, “blusero”, “soulero” o roquero se pueden apreciar en este fantástico disco.
Su tono de guitarra inspiró a una legión de guitarristas como Eric Clapton, Peter Green, Mick Taylor, Jeff Beck, Alvin Lee, Paul Kossof o Stevie Ray Vaughan.
Y no olvidemos su voz, potente pero sin estridencias y con sentimiento que también ha inspirado a alguno de esos mismos guitarristas.
En vida no tuvo el reconocimiento que se merecía pero desde su muerte su brillo no ha hecho sino crecer hasta colocarle a la altura de los otros dos reyes del blues, B.B. y Albert King.
"My Feeling For The Blues" es un tributo a los grandes del blues. Uno de los mejores discos de blues, difícil de encontrar hasta que se ha vuelto a editar en vinilo.
Si os gusta el blues y la guitarra, no os podéis perder este disco.
La Habitación del Jazz
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