En colaboración con Planeta DeAgostini y dentro de la colección "Blues en Vinilos" , La Habitación del Jazz publica la reseña correspondiente a esta nueva entrega que en esta ocasión está dedicada a Paul Butterfield, un músico de blues nacido a finales de 1942, en Chicago; falleció en mayo de 1987, con cuarenta y cuatro años, debido a una sobredosis de drogas en la que también se mezclaron los tranquilizantes y el alcohol. Está considerado como uno de los armonicistas más importantes del blues y uno de los primeros artistas en difundir este género entre la población blanca aficionada al rock. Durante su juventud, estudió flauta clásica y practicó el atletismo, deporte que tuvo que abandonar debido a una lesión de rodilla.
Butterfield fue el primer armonicista blanco aceptado como un verdadero bluesman, gracias a su compromiso con el instrumento y a su profundo amor por el blues, el jazz, y todo lo que estaba relacionado con ellos.
Hasta su aparición, el blues era algo así como territorio vedado para los blancos, una cultura musical que sencillamente no era parte de su historia.
Muddy Waters y otros grandes del blues, le apoyaron y le brindaron oportunidades para unirse a las sesiones improvisadas. Pronto comenzó a actuar con sus compañeros Nick Gravenites y Elvin Bishop. En 1963, formó la Paul Butterfield Blues Band. La banda era conocida por combinar el blues eléctrico de Chicago con el rock y el jazz fusión.
Después de la ruptura del grupo en 1971, Butterfield continuó girando y grabando con la banda Paul Butterfield's Better Days, con su mentor Muddy Waters, y con miembros del grupo de The Band. En Inglaterra, en noviembre de 1966, Butterfield grabó varias canciones con John Mayall & the Bluesbreakers, que acababan de terminar el álbum "A Hard Road".
A finales de 1964, Joe Boyd, un aspirante a productor y amigo del productor de la casa Elektra Paul Rothchild, le dijo a este que "la mejor banda del mundo estaba en el escenario de un bar de blues en Chicago". Rothchild tomó un avión a Chicago para ver al cuarteto de Butterfield, y más tarde esa misma noche fue a un club diferente - nuevamente, por sugerencia de Joe Boyd - y vio al guitarrista Mike Bloomfield con una banda diferente, propiciando que se uniera al grupo de Butterfield.
Las sesiones de grabación del álbum debut homónimo, se organizaron para diciembre de 1964, pero no llegaron a buen puerto, Rothchild no daba su visto bueno, no le gustaba el sonido. Se grabó una segunda vez en directo en el Café Au Go Go de Nueva York. De nuevo las expectativas no se cumplieron. Finalmente en septiembre de 1965, en estudio y con el teclista Mark Naftalin, se grabó en directo sin overdubs aplicando la técnica multipista. La única parte regrabada es la voz de Lay en el tema “I Got My Mojo Working”. El álbum se lanzó a finales de 1965.
El disco presenta canciones y originales de la banda al estilo del blues eléctrico de Chicago. Con su peculiar estilo, Butterfield destaca en todas las canciones del disco. Su estilo duro, intenso, como era su carácter, que a veces podía llegar a ser hostil y poco interesado en otras personas. Butterfield usaba la armónica como si de una trompera se tratara, con gran pureza y con acordes concisos y poderosos.
La Paul Butterfield Blues Band fue uno de los primeros grupos integrados racialmente de su tiempo, y lo que consiguieron abrió las puertas al blues a nivel nacional como nadie lo había hecho antes que ellos. Su ecléctico estilo de blues eléctrico enlazado con jazz era toda una novedad.
El disco nos brinda temas instrumentales como el roquero y bailable “Thank You Mr. Poobah” o el más tradicional “Screamin´”. También podemos disfrutar de canciones donde el rock está muy presente como “Shake Your Money-Maker”, blues rápidos ”I Got My Mojo Working” o Mellow Down Easy” de Willie Dixon y por supuesto blues profundos como “Blues with a Feeling”, “Our Love Is Drifting” y “Last Night”.
Un disco con mucha historia y un excelente contenido.
La Habitación del Jazz
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