martes, 7 de junio de 2022

ROXY COSS CD: Disparate Parts

 


Pistas

1.February (Take 3) 2.Part 1: The Body 3.Part 2: The Mind 4.Part 3: The Heart 5.Part 4: The Spirit  6.February (Take 5) 7.Disparate Parts 8.Ely, MN 9.February (Take 1) 10.Mabes 11.Sunburn 12.February (Take 4) 13.Warm One 14.February (Take 2)

 

Intérpretes

Roxy Coss – saxo tenor, saxo soprano

Alex Wintz – guitarra

Miki Yamanaka – piano, Rhodes

Rick Rosato – contrabajo

Jimmy Macbride – batería

 

Grabado el 8 de junio de 2021 en Trading 8s Recording Studio Paramus, NJ

Publicado el 25 de marzo de 2022

 

Roxy Coss es compositora, líder de banda, productora, educadora y activista.

Es fundadora y presidenta de la Organización de Mujeres en el Jazz (WIJO) y es miembro de la Junta Directiva de Jazz Education Network (JEN) y de la facultad de jazz en The Juilliard School. Comenzó a tocar el piano a la edad de cinco años, cogió el saxofón alto a los nueve años y se enamoró del jazz a los once.

Ha actuado con  Clark Terry, Louis Hayes, Rufus Reid, Houston Person, Bill Charlap, Claudio Roditi, Jeremy Pelt, Geoffrey Keezer, Ken Peplowski, Wynton Marsalis, Buster Williams, Joshua Redman, Joe Lovano, Mulgrew Miller, Gary Smulyan, Harold Mabern y Eric Marienthal entre otros muchos.

Coss es una luchadora y tiene en las redes sociales una serie llamada “Jazz Mom”, donde comparte sus experiencias como madre de jazz que ha tenido una gran respuesta, especialmente de mujeres jóvenes en la música.

Este nuevo trabajo de Coss titulado “Disparate Parts”, lo editan bajo el nombre de Roxy Coss Quintet, RCQ, conjunto de jazz moderno con sede en la ciudad de Nueva York, que agrupa a los mismos miembros de su anterior trabajo “Coss Quintet” (2019), es decir Alex Wintz en la guitarra, Miki Yamanaka al piano y teclados, Rick Rosato en el contrabajo y Jimmy Macbride en la batería.

Los cuatro primeros cortes del disco forman una suite, que fueron compuestas individualmente pero que Coss consideró que podían formar una unidad. Un poco parecido a los componentes del grupo, muy dispares, provenientes de diferentes orígenes culturales  (de ahí el título del disco) pero que forman un todo coherente y homogéneo.

“February (Take 3)” es el primero de cinco interludios compuestos por Yamanaka que sirven de unión o nexo entre el resto de temas Se trata de un extraño tema divagante, sin forma definida que da paso a un explosivo y roquero, “The Body”. Sonido duro como quería Coss. Un himno a la liberación tras la pandemia. 

Le sigue “The Mind” la pieza que más le costó a Coss componer pues no tiene una forma típica para ella según declara. Yamanaka con el Rhodes crea ese ambiente sicodélico, de fusión eléctrica, propio de una mente confusa y con ciertas alteraciones, desgraciadamente algo común durante la pandemia. 

La tercera parte de la suite, “The Heart” tranquiliza los ánimos. Tema más contemplativo con Coss más lírica.

La suite termina con “The Spirit”, suave, con una Coss sutil con el soprano y un sonido cristalino al que colabora el resto de la banda.

Tras el segundo interludio, “February (Take 5)” viene el tema que da título al disco, "Disparate Parts", tema bebop, variado, que parece no recalar en ningún  puerto en concreto y que da paso a "Ely, MN" de Wintz, de similar estructura, donde todos se mueven sin restricciones.

Un nuevo interludio, el tercero “February (Take 1)” nos deja en bandeja “Mabes” escrito por Coss para su difunto  mentor, Harold Mabern, siguiendo su estilo, el funk y blues se entremezclan.  

Con "Sunburn" de Yamanaka, de corte brasileño, sirve de excusa para que  cada uno de los componentes brille interpretando sendos solos.

El cuarto interludio “February (Take 4)” nos lleva hasta  "Warm One" de Macbride, pista elegante y relajante en la que podemos escuchar por primera vez  a Yamanaka en el piano acústico, junto al Rhodes. El disco termina con el quinto y último interludio “February (Take 2)”.

Coss usa un tono agudo y provocativo, pero también es sutil y lírica.

Coss estaba embarazada cuando grabó este álbum y al respecto dice: "Cuando entramos al estudio, estaba sintiendo los efectos completos del embarazo (más de 7 meses) y la energía de otro ser humano fluyendo a través de mí”. “Después de que tocamos la primera pista, sentí que ya lo había dejado todo (¡ya!). Sentí una energía surgiendo a través de mí en un nivel que no había experimentado antes. También sentí que tenía energía finita para dar, así que en pistas como esa, sabía que sería la "toma" que quería mantener en el disco. Fue más físico que otras sesiones de grabación, seguro. Y también una profunda experiencia espiritual. En términos de desafíos, me resultó difícil respirar por completo a partir de esta época del embarazo, por lo que se me hizo más difícil tocar a mi "máxima capacidad" y sentí que me cansaba con mucha facilidad.”

Hermosas palabras y hermosa actitud.

La Habitación del Jazz

 

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