Pistas
1.Longe 2.Serpente 3.Balada 4.Mafarrica 5.Constelação 6.Padrões 7.Time Machine 8.Outro Tempo 9.Fratura
Intérpretes
Carlos Azevedo – piano, teclados
Miguel Moreira – guitarra, guitarra de 12 cuerdas
Miguel Ângelo – contrabajo, bajo eléctrico
Mário Costa - batería
Sello discográfico: Carimbo Porta-Jazz
Grabado en abril de 2021 en estudios CARA
Publicado el 26 de abril de 2022
Carlos Azevedo es una figura importante dentro del panorama jazzístico de Oporto, que es tanto como decir de Portugal. Nacido en Vila Real, ingresó en el Conservatorio Superior de Música de Oporto en 1982, cursando los Cursos Superiores de Piano y Composición. Realizó el curso de Composición en la ESMAE. Luego obtuvo un doctorado en Composición en la Universidad de Sheffield (Inglaterra). Entre otros ha tocado con Ricardo Fabini, Sávio Araújo, Claus Nymark, Pedro Barreiros, Pedro Abrunhosa, John Schroeder, Tom Walton, João Courinha, Mário Santos, Andy James, Paleka, Brendan Hemsworth, Carlos Martins, Bill Goodwin, Ron Jackson, Chris Kase. Es profesor de Análisis y Música de Cámara en la Escola Superior Música e Artes do Espectáculo y ayudante en la Escola Superior de Educação en las disciplinas de Análisis y Composición.
Participa en varios proyectos como la orquesta de Laurent Filipe “Orquestra do Som do Mundo” y la Orquesta de Jazz de Matosinhos o en orquestas sinfónicas.
En este disco llamado “Serpente”, Azevedo, al piano, está acompañado por Miguel Moreira a la guitarra, Miguel Ângelo, al contrabajo y bajo eléctrico y Mário Costa en la batería, todos ellos músicos de renombre nacional e internacional, además de participar en muchos de los álbumes editados en el sello Carimbo.
Azevedo es un consumado compositor clásico y de jazz y esta doble faceta se transmite en las canciones que integran este trabajo. Sonidos minimalistas, abiertos, con colores de erudición y mucho jazz se pueden escuchar en “Longe”, en el corte que da título al disco, “Serpente” o en “Balada”. En esta última también puede aportar sonidos más potentes y roqueros, como también los podemos escuchar en “Mafarrica” y en ·Fratura”. Lo extraño, incluso cósmico, tiene cabida en “Constelação”, en “Padrões” o en los inicios de “Time Machine”, donde la calma se apodera del tema en un momento dado, aportando elementos tétricos. Azevedo juega con arranques que parecen no concretarse como en “Outro Tempo”, que sirven para un posterior desarrollo de un buen tema donde predomina el jazz.
Azevedo y sus colegas nos ofrecen espléndidas interpretaciones, ya sea como acompañantes o en los solos que les corresponden.
La música del álbum oscila entre la fuerza roquera y el minimalismo; entre lo lírico y lo desgarrado; entre el jazz y el clasicismo contemporáneo, incluso en ocasiones sicodélico, pero siempre sorprendente.
Una grabación que a medida que se escucha una y otra vez, se va apoderando del oyente.
La Habitación del Jazz
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