Pistas
1.Viaje 2.Ardor de mar 3.Fotografía de guerra 4.Eclipse en Barcelona 5.Lo abismal, el agua 6.Serendipia 7.Two sides 8.Verde y amarillo
Intérpretes
Luciana Morelli -voz
Philipp Hillebrand - clarinete y clarinete bajo
Mauricio Silva Orendain - piano
Sebastián de Urquiza – contrabajo, coros
Paulo Almeida - batería
Diseño gráfico: Ignacio Morelli
Sello discográfico: Ears & Eyes Records
Grabado en octubre de 2020, en el Jazzcampus, Basilea, Suiza
Publicado el 14 de mayo de 2021
Luciana Morelli es cantante, intérprete y compositora argentina. Actualmente vive en Basilea, Suiza, donde fue becada para estudiar una maestría en Jazz Performance. Sus gustos musicales van desde el jazz al folklore, pasando por la música improvisada y experimental.
Es profesora de Artes combinadas en la Universidad de Buenos Aires. Trabajó como docente en escuelas de arte y escribió sobre teatro y cine argentino contemporáneo en revistas y sitios web especializados. También trabajó en teatro como actriz y como compositora.
Su último trabajo fue la música de “Suyay” (2020), un monólogo de Pilar Ruiz actualmente en cartel en la sala Moscú de Buenos Aires. Algunos de sus proyectos musicales más importantes fueron Luciana Morelli quinteto (2012-2015), con el que grabó su primer álbum "Mandala" de estándares de jazz y composiciones propias
En 2016 creó Jazz At The Movies, un espectáculo audiovisual de jazz y cine que se presenta semanalmente en Bebop Club, un famoso club de jazz en Buenos Aires.
Desde 2020, lidera un nuevo grupo formado por Philipp Hillebrand (Suiza) al clarinete y clarinete bajo; Mauricio Silva Orendain (México) al piano; Sebastián de Urquiza (Argentina) al contrabajo y Paulo Almeida (Brasil) a la batería.
Entiendo que este disco se debe escuchar previa lectura de lo que cada canción representa para Morelli. De esa manera se llega a entender la profundidad de las letras y la propia música. Por eso creo imprescindible hacer un breve repaso por cada tema y la experiencia que nos cuenta su autora.
“Viajar” lo comenzó a escribir en 2018 cuando estudiaba en Buenos Aires con Edgardo Cardozo. “Él nos pidió que hiciéramos listas de palabras para usar en nuestras letras y yo que estaba por emprender mi primer viaje a Suiza, decidí usar ese tema como punto de partida. Escribí palabras relacionadas con viajar y las sensaciones que me producía este camino a lo desconocido. Luego intenté escribir una letra usando esas palabras pero sólo salían frases muy cursis y melancólicas. Entonces decidí que tenía que hacer algo para salir de ese lugar. Escribí las palabras una por una en un papel y las recorté. Luego, las puse en una bolsa, las mezclé y fui sacándolas y armando frases”. Retomó este tema en 2020, lo armonizó de nuevo, actualizó la letra y lo arregló para su nuevo grupo. Empieza con una despedida, los recuerdos, el miedo, pero también las ganas de perseguir un sueño.
“Ardor de mar” la escribió en 2016 tras pasar cinco meses como cantante en un crucero por el Mediterráneo y el Caribe. Para Morelli viajar es una experiencia transformadora y de mucho aprendizaje. “En ese viaje, yo tuve una gran (re)conexión conmigo misma, con mi esencia, con mi deseo. Al volver a la ciudad, después de 5 meses en el mar, me sentía completamente empoderada pero todo se vino abajo. Me separé de quien era mi pareja en ese momento, me enfrenté conmigo y tomé la decisión de ir por todo”.
“Fotografía de guerra”, según nos cuenta Morelli, es otro viaje, esta vez en el tiempo, a partir de una fotografía de su bisabuelo Gaetano Morelli, casi un niño, en la Segunda Guerra Mundial. “Un niño con un uniforme, un niño al que lo mandaron a una guerra ajena. Este niño inspiró muchas preguntas acerca de las guerras, la memoria y los recuerdos que derivaron en la letra y la melodía de “Fotografía de guerra”. El proceso de composición empezó con voz y percusión y luego fui agregando el resto”. La emotividad de la canción se nota en la voz de Morelli y se acentúa con el contrabajo de Urquiza tocado con el arco.
Morelli viajó un verano a Barcelona con muchas expectativas, pero “todo fue mal, las cosas no fluían y cada paso que daba era como nadar contra la corriente. Aun así yo estaba esperando señales del universo y subí al Carmel para ver el eclipse del 2018. Todos estaban ahí, algunas personas habían preparado sus cámaras profesionales, otras se habían llevado comida como en un picnic, todas esperábamos el gran acontecimiento. Pero… en pocos segundos, se nubló todo el cielo y nunca se vio el tan esperado eclipse. Volví a la casa desilusionada y al volver a Zurich (donde estuve viviendo por unos meses), escribí esa letra en la que me cuestioné todo y traté de entender qué me llevó a emprender ese viaje tan forzado como improvisado”. “Eclipse en Barcelona” es un tema de ritmos cambiantes que nos transmite una tensión contenida.
“Lo abismal, el agua” es el tema que le da título al disco. Con largos pasajes instrumentales y la voz de Morelli, por momentos a dúo con el clarinete de Hillebrand o el bajo de Sebastian; viajando sin pausa desde el scat hasta el débil murmullo que se reitera como un mantra religioso.
“De vuelta en Buenos Aires. Era una tarde calurosa de enero y llovía muchísimo. Sentada al piano, agarré un libro al azar y lo abrí en una página al azar. Leí: “Lo abismal, el agua”, y comencé a improvisar melodías usando el texto como letra. El libro era el “I-Ching, el libro de las mutaciones”, y esas palabras vinieron a mí en el momento oportuno: “El agua, alcanza su meta fluyendo sin interrupción”. Todos mis esfuerzos por recomenzar mi vida en Barcelona, habían sido forzados. Sólo quedaba esperar, sólo quedaba ser como el agua. Al final, la canción terminó siendo instrumental con momentos de letra, pero creo que conserva, en la melodía y el arreglo, las imágenes del texto. En unos pocos meses, el destino me trajo a Basel. Otra vez, otra ciudad, otra mirada. La canción empezó a cobrar múltiples sentidos y hoy es la canción que más eco hace en mí y me guía en momentos difíciles”. Una vez leído esto, escuche la canción y comprenderá muchas cosas. Es una bella canción, bellamente interpretada por Morelli y sus grupo.
“Serendipia” es un tema instrumental en el que Morelli hace un bonito vocalese y tararea la melodía junto a Hillebrand al clarinete. Tema compuesto “mientras buscaba otra cosa y me pareció muy bonito” dice Morelli.
Por cierto, Hillebrand es pareja de Morelli y esa circunstancia se deja sentir en esta canción.
“Two Sides” expresa la belleza de la naturaleza, “el bosque y lo misterioso y a su vez hermoso de la naturaleza”. Morelli juega con la voz y con los músicos.
El tema que cierra el disco, “Verde y amarillo” lo comenzó en 2018 y arregló para el trío que en ese momento tenía en Buenos Aires. Posteriormente derivó en el arreglo que aparece en el disco. Canción con una base rítmica `pegadiza y divertida.
El disco tiene una presentación muy bonita diseñada por su hermano, Ignacio Morelli y el arte por una amiga, la argentina Jazmín Nogueira.
En la tapa el hexagrama del I-Ching del que tomó el nombre para el álbum. El librito tiene las letras todas escritas a mano por mi hermano y se abre en un poster con una foto tomada por Nogueira.
Ya, desde los primeros compases, podemos apreciar el estilo que nos encontraremos en el disco. Canciones con sentimiento, vivencias personales interpretadas de forma sosegada. Disco muy personal donde Morelli nos muestra sus miedos y convicciones, sus ilusiones, su amor a viajar y a la buena gente.
Está feliz musicalmente hablando y en lo personal.
¡¡Enhorabuena!!
La Habitación del Jazz