Títulos
1.Gingko 2.Tristo 3.Na prisão das laranjas 4.Canção sem jardim 5.Lisboa, 1936 6.Interlúdio 7.Um nome
Intérpretes
Nazaré da Silva - voz
João Almeida - trompeta
Bernardo Tinoco – saxo tenor
Zé Almeida - contrabajo
Samuel Dias - batería
Sello discográfico: Robalo Music
Grabado en la Escola Superior de Música de Lisboa, en diciembre de 2020
Publicado el 22 de julio de 2021
Hija de padres músicos, Nazaré da Silva nació en Lisboa, en 1997. La fascinación por la música y el teatro siempre la han acompañado. Durante su adolescencia se interesó por otras expresiones artísticas, como la danza, habiendo tomado clases de ballet y danza contemporánea durante dos años. Entre 2014 y 2017, estudió jazz vocal en la Escuela de Jazz Luiz Villas-Boas del Hot Clube de Portugal, luego ingresó en la licenciatura en jazz en la Escuela.Superior de Música de Lisboa (ESML), que completó en 2021. La posibilidad de interactuar con otros músicos y la improvisación fueron dos factores determinantes para elegir sus estudios de jazz. Durante este período tuvo la oportunidad de estudiar con Luís Tinoco, Maria João, Afonso Pais y Gonçalo Marques, entre otros. Paralelamente, ha tenido clases particulares de canto con la cantante Rita Maria.
Además de su propio quinteto, forma parte de otros proyectos, como el grupo de improvisación vocal Circular, bajo la dirección de Aixa Figini, el dúo Chapéu Preto con el guitarrista Afonso Albuquerque y un trío con el mismo Albuquerque y el bajista Francisco Nogueira.
La música portuguesa y la brasileña la inspiran de forma notable. Como también lo hacen Joni Mitchell y Kate Bush. Por supuesto en el jazz mencionar a Ella Fitzgerald, Chet Baker, Charlie Parker, Charles Mingus, Thelonious Monk, Lee Konitz, Bill Frisell o Kenny Wheeler entre otros, sin olvidar a sus grandes referentes como cantantes e improvisadores, Maria João y Rita Maria.
Hasta la fecha había grabado “Crime”, con su padre, el pianista João Paulo Esteves da Silva (para quien ha escrito música basada en poemas y poemas basados en la música), y Samuel Dias a la batería; “Vago Presentimento Azul por Cima”, álbum de canciones de Esteves da Silva con poemas de Ana Paula Inácio y “O que Já Importa”, del guitarrista Afonso Pais.
En este nuevo trabajo titulado “Gingko”, su álbum debut como líder de grupo, le acompañan cuatro músicos jóvenes, pero con sobrada experiencia, como el trompetista João Almeida, el saxofonista Bernardo Tinoco, el bajista José Almeida y el baterista Samuel Dias. Todos ellos estudiantes en la escuela Hot Clube y, más tarde, en la Escuela Superior de Música de Lisboa. Además de músicos son amigos, lo que se traduce en una química especial a la hora de interpretar.
La idea del álbum surgió durante el último año de graduación en jazz en la Escuela Superior de Música de Lisboa. Maria João, su profesora de canto, lanzó el desafío de diseñar y grabar un álbum para sus alumnos de último año. Mientras escribía las canciones adoptó un gato, al que puso el nombre de Gingko. Este gato y su actividad, como el andar encima de las teclas del piano, fueron fuente de inspiración, hasta el punto de dar su nombre al disco.
El disco se compone de siete canciones, de las que Da Silva es autora de todas excepto “Tristo” firmada por João Paulo Esteves da Silva, su padre, y “Gingko” compuesta por su gato Gingko. Así mismo las letras son de Da Silva excepto “Na prisão das laranjas” de João Paulo Esteves da Silva, y “Lisboa 1936” de Irene Lisboa.
En esta ocasión, Da Silva no pensó en los músicos al escribir las canciones, las compuso al piano y posteriormente las arregló junto a Samuel Dias, y así se adaptaron al grupo, dejando muchos caminos sin explorar, precisamente para que fueran los componentes del grupo quienes los descubrieran, es decir, la improvisación juega un papel muy importante en este disco.
No es un disco al uso. No es fácil su escucha, sobre todo en algunos pasajes. Pero no obstante, engancha y una segunda y sucesivas audiciones enriquecen su valoración.
Da Silva utiliza su voz a modo de instrumento, confundiéndose a veces con la trompeta de Almeida, a la que, por cierto, saca un bonito sonido.
En general las canciones transmiten tristeza, emociones y sonidos sombríos que contrastan con la femenina y dulce voz de Da Silva, siendo interesantes los periodos de improvisación instrumentales. La introspección de Da Silva está presente en sus composiciones, que pasan por un estado de búsqueda de nuevos sonidos e ideas que sin duda llegarán.
La Habitación del Jazz